martes, 2 de septiembre de 2008

LA PSICOLOGIA POLITICA

Domingo Carrasco

La Psicología Política es una rama aplicada de la Psicología Social, conformada por un conjunto de conocimientos científicos, desarrollados y transmitidos por una comunidad que se autodenomina psicólogas y psicólogos políticos y que están reconocidos socialmente como tales, que tienen en común pretender describir y explicar el comportamiento político humano. Dávila et al (1998).

La Psicología Política es psicología del poder. Ella es un "...conjunto de actos y actitudes dirigidos a influir de manera más o menos directa y más o menos legal sobre las decisiones de los detentadores del poder del sistema político o en cada una de las organizaciones políticas, así como en su misma elección, con vistas a conservar o modificar la estructura (y por tanto los valores) del sistema de intereses dominante" (Pasquino, G. 1988, p.180). Cuando hablamos de psicología política nos estamos refiriendo a un agregado de conductas, comportamientos, actitudes, aptitudes, sentimientos, entre otras cosas, que manifiestan quienes ejercen el poder y quienes reaccionan a la acción del poder sobre sí, que nos hacen comprender cómo los seres humanos se manejan en los resortes del poder.

En términos formales la Psicología Política es un área de reciente desarrollo. Harold Dwight Lasswell es considerado el fundador de la Psicología Política. La fundación en enero de 1978 de la Sociedad Internacional de Psicología Política (ISPP) constituye un hecho institucional clave, que formaliza la creación de una comunidad que se identifica y es identificada como psicólogos políticos. En 1979 se funda la revista Political Psychology, órgano oficial de la ISPP, Dávila et al (1998). La segunda mitad del siglo XX es el escenario en el cual surge y se desarrolla la Psicología política, matizada por grandes avances científicos y tecnológicos, pero caracterizada por agudos conflictos políticos nacionales e internacionales con repercusiones a nivel mundial.

La Psicología Política tiene un objeto de estudio bien claro: la conducta, los sentimientos y el pensamiento político. La Psicología Política es conocida como la disciplina dedicada al estudio (descripción, explicación y difusión) de las prácticas comportamentales de contenido y función políticos (Serrano, 2002). La conducta humana es vista en una nueva dimensión: como ella influye en la política y como es influida por los fenómenos políticos a pequeña y gran escalas. Pero no solo la conducta en si misma, también el pensamiento y todos los fenómenos psicológicos colaterales.

La psicología política ha sido definida de varias maneras. Se la ha visto como la interacción de los procesos políticos y psicológicos (Deutsch, 1983)), campo que investiga la intersección entre lo político y lo psicológico (Iyengard, 1993), estudio de la actividad política relevante en un contexto dado (Barrer-Barry, 1985), (Jiménez, 1996). Esta diversidad de puntos de vista es normal en una disciplina tan joven como la Psicología política.

Algunos autores llegan a poner en duda la existencia de la Psicología Política como una disciplina científica. Tal es el caso de Jiménez (1996). Lo cierto es que algunos de los que creen a la psicología política como una disciplina científica, aun le reconocen ciertas debilidades, como por ejemplo Dávila et al (1998), que aunque la ven como “un conjunto de conocimientos científicos, desarrollados y transmitidos por una comunidad que se autodenomina psicólogas y psicólogos políticos y que están reconocidos socialmente como tales, que tienen en común pretender describir y explicar el comportamiento político humano”, reconocen la existencia de una “diversidad en los marcos teóricos explicativos del comportamiento humano empleados” y ”la falta de una definición explicitada, concreta y compartida de comportamiento político”, debido esto quizás a la existencia de varios modelos usados para estudiar la actividad política como los Legalista o Formalista, Poder, Sistémico, Política como orden social, política como grupos, al creer que deberíamos tratar de encontrar una definición que sea inclusiva de todos estos aspectos.

Una cosa debe quedar clara, y es el hecho de que la Psicología política, como actividad científica experimental, es realmente muy joven. Sin embargo, el interés por esta temática crece cada día más. Prueba de esto es la existencia de varias revistas científicas dedicadas al análisis y la investigación de los diferentes aspectos que constituyen el objeto de estudio de la psicología política con cientos de comunicaciones, lo mismo que la existencia de estudios en psicología política a diferentes niveles académicos, incluyendo los estudios doctorales.

Los fenómenos psicológicos llamaron la atención de los antiguos. Muy a pesar de la corta existencia de la Psicología Política se han ubicado algunos antecedentes que datan de principios del siglo XX. (Seoane,1994; Moya,1998; Morales, 1998; Dávila et al, 1998). Otros autores sitúan los orígenes de esta disciplina en la antigüedad. Recordando a Hermann Ebbinghaus, podemos de decir de la Psicología Política, que esta también parece tener "un pasado muy largo", a pesar de su corta historia. Dorna, en 1998, realiza un análisis al respecto, plantea que la psicología y la política nacieron al mismo tiempo "como hermanas gemelas heterocigotas" en la Grecia antigua (Serrano, 2003).

Los fenómenos psicológicos no deben su existencia a una disciplina, sino a la vida misma del hombre. Uno de los principales propósitos de los filósofos griegos de la antigüedad, como Sócrates, Platón, y, especialmente, Aristóteles, entre otros, era instituir cómo correspondería actuar al Estado perfecto, cómo conseguir que los ciudadanos vivieran en paz dentro de la sociedad, Serrano (2003).

El hombre es un ser social. La sociedad la componen los individuos. El funcionamiento del Estado no se da al margen de lo que es el comportamiento de quienes componen la sociedad. La acción del Estado es la determinación de los hombres en sociedad. Establecer el Estado perfecto significa conocer cómo los individuos integrantes de la sociedad deben comportarse para alcanzar la perfección, Serrano. 2003. El comportamiento de los individuos sería lo que conformaría el Estado.

Otra referencia importante para la Psicología política la vamos a encontrar en la Florencia de los Médicis. Algunos identifican a Nicolás Maquiavelo como el primer psicólogo social y, de hecho, el primer psicólogo político, en tanto que al "El Príncipe", se le tiene como el primer texto de psicología social y de psicología política. El príncipe, nos dice Nicolás Maquiavelo, puede hacerse respetar por amor o por temor. Pero cuando una persona se hace respetar por amor no tiene control de la situación, ya que el amor depende de quien lo da, que es quien controla la situación, ya que bastará que quien ame retire su amor para que el respeto se diluya. Cuando el respeto es producto del miedo el ser respetado es quien controla la situación porque es él quien proporciona el temor y lo hará cada vez que necesite ser respetado. Pero con sabiduría psicológica, Maquiavelo le señala al príncipe los limites de este poder psicológico cuando le dice que tiene que respetarle a sus subyugados sus bienes y sus mujeres, ya que por estas dos cosas los ellos son capaces de cualquier cosa. Dice el autor del El príncipe que un hombre olvida más fácil la muerte de un ser querido que la pérdida de un bien. Estos y otros consejos ofrecidos por Maquiavelo al príncipe son obra de un gran entendimiento de la psicología de este animal que conocemos como humano.
Más recientemente contamos con tres importantes precursores: Alexis de Tocqueville, Alexander Zinovie y Paul Veyne. Estos tres personajes abordan los mecanismos psicológicos de diferentes regimenes políticos, La democracia, el totalitarismo y el autoritarismo. Elster (1995). Como se ve la relación de lo político con lo psicológico tiene su tradición.
En la actualidad, la Psicología no ha estado al margen de la activad política. Ella también ha tratado de estudiar estos fenómenos y los ha caracterizado como actividad psicológica, en tanto que actividad humana. Esto ha dado como resultado, varios enfoques psicológicos, atendiendo a la orientación teórica de los psicólogos involucrados. Se trata del psicoanálisis, la biopolítica y el cognitivismo, los cuales constituyen los puntos de vistas que más han dominado en el campo de la Psicología política, Jiménez (1996).
El cognitivismo, según Kressel, 1993 (Jiménez, 1996) ha estudiado todos los campos del análisis político desde su propia perspectiva, ha aprovechado sus aportes en Psicología Social, tales como los esquemas cognitivos, los mapas cognitivos y las decisiones. Así se han estudiado como los sujetos estructuran sus informaciones políticas en esquemas estructurales variables; estudiar los mapas mentales que la gente tiene, en función de lo que piensa, no de lo que dice, para así inferir sus cogniciones; y, partiendo de los estudios de Tverski y Kahneman sobre las decisiones a partir de las ganancias y las perdidas, estudiar las decisiones políticas. Jiménez (1996).
La psicología política llego para quedarse. Hoy día constituye un saber importante que guía la acción de los líderes y orienta a las masas a conseguir los mejores resultados. Aunque se la utiliza para manipular, lo que queda fuera de toda ética, su gran función es la igualación de las fuerzas en las contiendas políticas y electorales. Pone de manifiesto públicamente los mecanismos y los resortes del poder y la influencia en las decisiones de los ciudadanos, lo que asegura una lucha y la toma de decisiones verdaramente democráticas.